Secretos para el éxito: cuando se tiene un hijo que se distrae fácilmente
Por Carol Barnier
Se ve como cualquier otro niño… pero solamente mientras duerme. ¿Por qué digo esto? Porque cuando está despierto, a diferencia de otros niños, se le puede encontrar encima del refrigerador, en la rampa de caída para la ropa sucia, y, aun en la azotea. Si es posible doblar el cuerpo humano para introducirse por algún hueco pequeño, mi hijo ya ha estado ahí. Todavía tengo la fotografía de cuando está batallando para sujetar, con sus manos pequeñas, una linterna para poder leer el libro que había llevado consigo a la completa oscuridad que hay dentro de una secadora de ropa con la puerta cerrada. Creo que soy la única mujer que ha abierto la portezuela frontal de su secadora de ropa para decir: “Termina el capítulo que estás leyendo, luego sal de ahí para que vengas a comer.”
No hay ninguna duda. Este hijo mío tiene ideas y energías de sobra. Y aunque esto suena como una cosa buena, puede resultar frustrante y desafiante cuando uno trata de educarle en el hogar. El hecho de que su cuerpo parece moverse a 140 km. por hora es solamente un indicador externo de lo que está sucediendo dentro de su cabeza. No importa qué tan fascinante y desafiante sea la tarea que le ponga por delante, invariablemente estará más interesado en aquello que le encargué hacer a otro de sus hermanos. Estará más interesado en la ranura que corre a lo largo del centro de la mesa o en la manera en que la luz se dobla al atravesar su regla de plástico transparente, o en el ángulo matemáticamente perfecto que se necesita para poder lanzar sus lápices y hacerlos caer dentro del florero que está del otro lado de la mesa.
Si nunca ha dado a luz, instruido o trabajado con un niño que se distrae fácilmente, y se pregunta de qué estoy hablando, mejor dé vuelta a la página y continúe su lectura en otro artículo. Porque nada de lo que diga tendrá sentido para usted. Tal vez en alguna otra sección de esta revista encuentre un artículo útil con un título semejante a: “El Gozo de Educar a un Hijo Tranquilo y Obediente,” o “Por Qué los Hijos de los Demás me Vuelven Loca.” Pero, si como muchos de nosotros, tiene un hijo cuyo nivel de atención se cuenta en segundos y no en minutos, entonces tenga por seguro que no está sola. En realidad, pertenecemos a un club muy numeroso, pero somos algo así como una iglesia subterránea o clandestina. Si vamos y venimos en pares, nadie podrá saber realmente cuántas somos. (P.D. Frecuentemente nos reunimos en el cuarto de la lavandería.)
Algunas de ustedes también enfrentan estos mismos problemas de distracción, pero vienen en un paquete tranquilo, como de un sueño. Las mentes de estos niños no saltan de un asunto a otro, sino como que se van a la deriva. De cualquier manera, aquellas de nosotras que somos las madres de esos niños, necesitamos estar constantemente alertas para detectar esa “mirada” o ese “ruido” (o más atemorizante, la total ausencia de ruido) que indica que nuestro hijo ya se ha distraído (y posiblemente esté trepándose a algún mueble o electrodoméstico).
Bueno, pues, deseo compartir con ustedes algunas de las cosas que he aprendido al criar y educar en el hogar a un niño distraído. Mientras deambulo por entre mis experiencias espero que usted pueda encontrar una o dos cosas que le ayuden a tener una mejor comprensión de su hijo.
Este niño tiene dos vías de acceso en su cerebro
Por lo menos, así es como yo describo este fenómeno por el cual este niño requiere ser motivado continuamente en una manera que requiera de poca atención o exigencia mental para poder aprender. Una vía de acceso es la del “aprendizaje” en donde toma la información académica y la procesa. Pero esta vía de acceso se encuentra totalmente incapacitada a menos que su vía “hermana” esté siendo alimentada simultáneamente con movimientos de algún tipo que no exijan o demanden de la mente. Si quiere que este tipo de hijo le ponga atención mientras usted le lee, entonces dele la tarea de apretar cincuenta tornillos en una pieza de madera blanda. Haga que coloque bolitas de plastilina sobre una pirámide de cartón mientras le comparte la lección de hoy acerca del antiguo Egipto. Haga que forme una cadena con el papel de envoltura de goma de mascar, mientras le explica el experimento científico que están por realizar. A diferencia de usted y yo, este niño sencillamente no puede escuchar y mirar algo continuamente y mantener la atención. Esa segunda vía de acceso comenzará a demandar atención. Si usted no incluye algo que satisfaga esta demanda, su hijo encontrará otra cosa, y generalmente esto resultará en una distracción para la lección en vez de ser una ayuda.
Escriba solamente en la clase de escritura
La escritura es una de las dificultades más comunes en los niños que se distraen fácilmente. Por una variedad de razones (madurez, habilidades motrices finas, capacidad para procesar información), estos niños detestan ponerse a escribir. No confunda esto con el acto de componer (composición). Ellos pueden elaborar historias muy interesantes, hasta fantásticas; historias que nos asombran y que contienen mucho detalle. Pero al sentarse a escribir, todo el asombro desaparece y solamente se amontonan la tensión y la frustración. Será afortunada si logra que escriba tres oraciones. Claro que debe enseñarle a escribir, pero mantenga la escritura como una clase por separado. Si vincula la escritura con todas las demás materias, lo que estará haciendo es sentenciando al niño a avanzar, en cada materia, a su paso más lento posible. Puede tener una mente científica y ser capaz de remontar el vuelo con conceptos más allá de su edad actual, pero si se le exige tener que escribir cada uno de sus pasos científicos, él nunca llegará a saber de lo que realmente es capaz, ni tampoco usted. Puede tener mucha habilidad computacional o matemática que revelan un gran potencial, pero si la única manera en que hace matemáticas es agarrando el lápiz para escribir los 40 problemas que tiene que resolver, nunca verá que esa habilidad se desarrolle. Realmente, lo que sucederá es que llegará a creer que es un tonto, porque avanza muy lentamente en cada materia. Y, ¿por qué? Porqué todas las materias están vinculadas a su mayor debilidad, que es la escritura.
¿Entonces qué debe hacer usted en vez de encargarle la asignatura común de escritura? Usted tiene muchas opciones. Una es simplemente aceptar una respuesta oral. Deje que el niño le diga lo que ha aprendido. Este método, que forma parte integral del método desarrollado por Charlotte Mason, es muy valioso por su habilidad de ayudar al niño a absorber, reformular y retener la información que está aprendiendo. Otra opción es permitir que el niño haga una presentación visual, así como las que preparan los alumnos para sus clases de ciencias. Otra manera es hacer una representación teatral (actuación) en donde se manifieste la comprensión del material académico. Esto es muy útil cuando se estudian acontecimientos de la historia.
Aprecie la intensidad con la que vive este niño
Si uno de sus hermanos accidentalmente empuja a su hijo que se distrae fácilmente, su reacción puede ser bastante exagerada en intensidad. Estos niños parecen reaccionar de más a cualquier impulso. Para el que lo observa sin discernimiento, el niño puede parecer egoísta y egocéntrico, al punto del narcisismo. A ellos no les molesta que sus ruidos y movimientos molesten o distraigan a los demás. Ni siquiera se dan cuenta del ruido que hacen cuando suben o bajan escaleras o cuando golpean la puerta sin considerar que otros duermen.
Pero voltee las mesas, y ellos pueden prenderse cuando alguien hace lo que a usted y a mí nos parece solamente una pequeña distracción. La palabra clave en esta oración es “parece.” Para usted y para mi realmente fue una distracción menor, casi insignificante. En el mundo de los sonidos y de otras cosas que nos estimulan, los límites están claramente delineados. Si las cosas pudieran clasificarse en una norma del 1 al 10, la mayoría de nosotros diríamos que una distracción del nivel 3 realmente corresponde a un nivel 3. Si es como del nivel 5, la mayoría de nosotros estaríamos de acuerdo en que corresponde más o menos a un nivel 5. Pero para este niño muchas cosas se magnifican. Si ellos están bien concentrados en algo que les interesa y alguien les da una palmadita en el hombro buscando su atención, eso para él es un nivel 10. Si están concentrados leyendo un libro y están bien metidos en la historia y pasa uno de sus hermanos y sin querer empuja el libro, eso para el es un 10. En realidad, mucho de lo que para usted y para mí quedaría muy abajo en la escala, a este niño lo afecta en la escala de 10. No nos debe sorprender que sus reacciones surjan de su percepción sesgada.
Una mamá compartió conmigo que en un día reciente mientras estaban en tiempo de escuela, su hijo estaba notoriamente perturbado por “ese ruido” que ni su mamá ni sus hermanos podían escuchar. Pero este niño no solamente lo oía, sino que no podía concentrarse en nada más por la distracción del ruido. Tras una búsqueda cuidadosa y exhaustiva en el área de trabajo, por fin dieron con el origen de la distracción. ¿Y qué era lo que causaba tan grande distracción? Era el zumbido del motor del refrigerador. Ese ruido para nosotros apenas daría un registro de 1 en nuestra escala de distracciones. Pero para el niño con una marcada inhabilidad para filtrar lo que entra a su mente, este era un ruido ensordecedor en la escala de 10. Lo distraía al grado de causarle una gran frustración. Es importante desarrollar un discernimiento en esta área para poder diferenciar cuándo un comportamiento es una manifestación de obstinación que requiere de disciplina y cuándo es solamente una reacción exagerada que requiere de entrenamiento para que pueda comprender el verdadero nivel que debe tener eso que está entrando en su mente.
Cuando vea comportamientos que requieren ser corregidos, no los pase por alto simplemente porque son más difíciles de corregir en este tipo de niños que en los otros. Asimismo, no administre castigos en situaciones que pueden corregirse mejor con entrenamiento, con la enseñanza de alguna habilidad social y con estrategias de comportamiento que se dan al niño como herramientas para su éxito. Lo que puede hacer es jugar a representar papeles en circunstancias supuestas, una y otra vez, para enseñarle cuál es una mejor respuesta ante una situación específica. Encárguele ciertas tareas para desarrollar habilidades sociales, como el ir ante alguna persona después de una reunión en la iglesia para hacerle cinco preguntas que le ayuden a conocer a esa persona sin antes lanzarse a hablar de sí mismo. Haga que modifiquen sus preguntas cuando la primera vez las hagan con cierta rudeza o falta de tacto.
Proporciónele a este niño, por medio del entrenamiento y la práctica, las herramientas que no obtiene ni desarrolla de manera social natural.
Vea el don en este niño
Si hay algo de lo que deba acordarse continuamente es que estos niños son en verdad dones así como son. La Biblia está llena de ejemplo tras ejemplo de cómo Dios puede tomar cualquier mezcla de cualidades y habilidades para usarlas de una manera hermosa y asombrosa para suplir alguna necesidad en su reino. No pierda de vista esta verdad en su aplicación a este niño. Aunque pueda sentirse enredada por las frustraciones que estas cualidades representan hoy en día; Dios tiene una visión de cómo quiere que este niño sea el día de mañana. Imagine toda esa energía algún día siendo derramada en el campo misionero. Imagine esa habilidad para ver las cosas en una perspectiva diferente siendo utilizada en el campo de la investigación médica. Imagine la gran empatía que puede resultar de sus frustraciones actuales. Esta experiencia bien puede ponerlo en una posición de servir y suplir las necesidades de otros en maneras en que usted y yo ni cuenta nos daríamos, y jamás lograríamos hacer.
No se enfoque solamente en las frustraciones. Mire hacia adelante, hacia el futuro, hacia ese plan que Dios claramente tiene para ese niño. Usted no necesita conocer los detalles de ese plan para entusiasmarse y estar asegurada por ese conocimiento de que, sí, existe dicho plan. Confíe en la habilidad del Diseñador para hacer que este niño pueda florecer y desarrollarse en alguien que dará placer a Dios conforme a sus planes. Asegúrese de que su niño sepa de esos maravillosos planes que Dios tiene para él. Hay gran motivación y fortaleza cuando se comprende que Dios tiene planes para nuestra vida; que hemos sido diseñados con un propósito. Esto pone a la manera de pensar del mundo de cabeza. Ya no se trata de minimizar todas las “deficiencias” en las que el mundo quiere que nos enfoquemos. Sino que nos damos cuenta que tenemos la maravillosa oportunidad de ajustar y afinar una mezcla de habilidades extraordinarias y de formar con ellas una vasija a la que algún día se le entregue su comisión en la vida.
¡Qué responsabilidad! ¡Qué privilegio!
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Carol Barnier anima de manera regular a padres y madres que educan en el hogar por medio de sus libros y en sus conferencias. Para saber dónde dará una conferencia visite la página virtual www.OpenGifts.org o su portal en donde anima a familias que tienen niños que se distraen fácilmente en www.SizzleBop.com
Usado con permiso. Tomado de la revista Home School Enrichment, Mayo / Junio 2005
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