El pequeño Jeep que si pudo:

Debido a los daños causados ​​por la lluvia y el agua en los caminos, cancelamos nuestro servicio del viernes en la iglesia. Esta fue la segunda vez en veintiún años que recuerdo haber cancelado servicios. ¡Sin embargo, Timothy y varios vecinos demostraron que donde hay voluntad hay un camino!

Con azadas y picos, comienzan a trabajar en las peores partes del camino. El sábado por medio día, habían derribado los acantilados y se habían rellenado los surcos más profundos. Timothy y yo tomamos el pequeño Jeep Liberty de Pam para hacer una prueba.

Bajamos por el terraplén más empinado y atravesamos el camino viejo, que ahora es un lecho de río, sin demasiados problemas. Luego nos dimos la vuelta y tratamos de escalar el camino que Timothy escarbo a través del acantilado. A mitad de camino el auto se deslizó en la zanja, así que retrocedí e intenté nuevamente. ¡Esta vez llegamos a la cima!

Si bien aún está lejos de ser un buen camino, podemos llegar hasta la casa de Poncho y Amelia para llevarlos a las reuniones de la iglesia usando el pequeño Jeep Liberty de Pam.

Estamos agradecidos por sus continuas oraciones.