por Zabdiel A. Torres Virriel

Ha pasado un año interesante con muchas bendiciones, pero que también plantea retos para el futuro.
Damos gracias a Dios por permitirnos retomar las actividades de El Hogar Educador, especialmente la Conferencia Anual. En agosto pasado, celebramos la tercer Conferencia Anual en Tequisquiapan, Qro. después de varios años de receso. Pudimos escuchar y aprender de nuestros amados hermanos Israel Wayne, Mike Richardson, Mike Donnelly, Kevin Swanson, Chris Hudson, Dennis Gundersen y Dave Tucker, un verdadero privilegio que pocas familias mexicanas gozan y que pueden tener a través de la Conferencia Anual de El Hogar Educador. Si no ha podido asistir a estas conferencias, en nuestra tienda online podrá conseguir los audios de todas ellas.

Hay un reavivamiento, aun en los ambientes seculares, acerca de la importancia de la familia como base de la estructura social en que vivimos. En este sentido, las familias que educan en el hogar nos hemos adelantado mucho a la necesidad de volver a los fundamentos que Dios ha establecido para el buen funcionamiento de la vida del ser humano y de la sociedad en general. Se escuchan voces de alarma sobre el colapso del crecimiento poblacional que ocasionará problemas económicos y culturales en el mediano plazo. En cambio, las familias educadoras tienden a tener más hijos que el promedio y esta descendencia será la primera en estar bien preparada para satsifacer la creciente demanda de trabajo que se avecina por la escasés de personas jóvenes en capacidad de trabajar. Dios no se equivoca cuando dice: “fructificad y sojuzgad la tierra”.

El próximo año se espera que se reafirme el derecho parental sobre la educación de los hijos a nivel internacional. Por supuesto, habrá fuerzas contrarias que buscarán despojar a las familias de este derecho, pero con la ayuda de Dios, el avance en los derechos parentales puede ser significativo. Vemos logros importantes en Francia y en Brasil, donde la educación en el hogar en los ultimos dos años pasó de no tener restricciones a estar prácticamente prohibida y que ahora están dando la lucha en tribunales con expectativas muy positivas. La reestructuración del sistema educativo en Estados Unidos, a raíz del cambio del gobierno que se dará en enero, buscará poner en el centro la libertad educativa y será una influencia importante en las políticas de muchos países, incluyendo, primero Dios, el nuestro. Oremos por que así sea.

Es momento de redoblar esfuerzos. Las familias que educamos en el hogar necesitamos trabajar más, no solo para que nuestros hijos estén bien preparados académicamente, sino para que sean Luz en medio de densas tinieblas. La educación en el hogar es como un almácigo donde nuestras tiernas plantitas pueden desarrollarse sanamente, libres de plagas, de depredadores y de la hostil intemperie donde las probabilidades de supervivencia son casi nulas; pero no debemos olvidar que esa etapa es temporal y es una ventana de tiempo muy corta. Nuestros hijos crecerán, comenzarán a dar frutos y llegará el tiempo en que serán trasplantados para seguir creciendo. Saldrán de nuestros hogares no solo a enfrentar al mundo, sino a influirlo, a tomarlo, y en ultima instancia a sojuzgarlo, como es el plan original de Dios. No podemos desperdiciar tiempo, cada año es más corto que el anterior y lo que hagamos o dejemos de hacer con nuestros hijos es determinante para su futuro.

Trabajemos con más esmero, con la confianza de que hacemos lo que está en el plan de Dios y que por Él fue diseñado y que, por tanto, da resultado. Después de tres generaciones de familias que han educado en casa en nuestro país, podemos confirmar que los pensamientos de Dios son más altos que nuestros pensamientos y que Sus caminos son más altos que nuestros caminos; que el diseño de Dios es perfecto y que la Educación en el Hogar da buenos resultados.

Bendecido 2025 y que siempre esté nuestro corazón y en nuestra mente que Jesucristo es el Señor.