Home 2024 diciembre 13 El Mejor Lugar Para Comenzar

El Mejor Lugar Para Comenzar

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Mamá planeando

Por la Familia Lewis

Esa es una pregunta difícil. Muchos de nosotros tenemos una visión acerca de la educación y diligentemente planeamos lo que haremos en el año. Pero, otros de nosotros, rápidamente degeneramos hasta tomar un día a la vez, tratando de mantener el orden y el rumbo, y esperando que los niños logren aprender algo en el proceso. Las muchas ocupaciones de la educación en el hogar han arrasado con la visión.

¿Pero qué es lo que debemos lograr en nuestras escuelas en el hogar? ¿Fue el punto de arranque un punto sólido? Enseguida les comparto algunos pensamientos de una familia que admite no ser perfecta.
Primero y antes que nada, el criar una descendencia piadosa debe ser nuestra meta principal. Si fallamos en esto, ¿realmente podremos considerar haber tenido éxito en algún otro aspecto? Nada debe motivarnos más que instruir a nuestros hijos a aprender y a conocer los caminos de Dios. Diariamente deben ser instruidos y dirigidos a seguir las pisadas de Jesucristo y se les debe inculcar un temor reverente y santo al Dios Todopoderoso. Si les damos una gran educación, como el mundo la define, pero dejamos en un segundo término las cosas de Dios, habremos errado en nuestra vocación como padres que educan en el hogar.

Otro logro deberá ser el de crear en nuestros hijos el corazón de un siervo. Jesús era, definitivamente, el siervo más humilde que jamás caminó sobre la faz de la tierra, y nosotros debemos ser cómo Él. Nuestros hijos necesitan ver una vida de servicio hacia los demás. Cierto, no siempre es fácil hacer esto en el ambiente ocupado de una escuela en el hogar, pero puede mostrarse y enseñarse dentro de la vida misma de la familia al servirnos los unos a los otros. Y este servicio debe practicarse y vivirse con un corazón alegre y entusiasta.

Otros logros para nuestras familias este año deben ser semejantes a los siguientes:

  • Disposición a trabajar,
  • Consideración y respeto para los demás,
  • Dedicación a la familia,
  • Desear actuar con honestidad y veracidad,
  • Celo por todas las cosas buenas, etc.

Finalmente, pero de seguro no el menos importante en la larga lista, es que debemos esforzarnos por transmitir a nuestros hijos una buena educación; la mejor que podamos. Pero debemos dárselas siempre con un ojo puesto en las cosas celestiales, preparándolos para una vida de servicio a Dios.

La educación de nuestros hijos debe ser el resultado de Papá y Mamá haciendo equipo, primeramente en oración, luego en dedicación y siempre enfocándose en las metas dadas por Dios. Los niños deben ver y escuchar esta oración que hacemos por ellos. Desafortunadamente, nosotros no fuimos tan diligentes en esta área como deberíamos haberlo sido, pero Dios fue fiel.

Nuestra familia no es perfecta, y probablemente la tuya tampoco lo sea. Somos humanos y cometemos errores. Esto debe ser suficiente razón para comenzar hoy mismo, o continuar hoy, y seguir desde este momento en adelante, poniendo como nuestro enfoque principal lograr esas prioridades piadosas y todo lo demás—¡todo lo demás!—estando sujeto a este enfoque.

Si regresamos a la pregunta en la parte superior de este artículo—“¿Qué es lo que Dios quiere que logremos este año escolar como una familia cristiana que educa en el hogar?”—se pueden encontrar muchas respuestas en la misma Biblia. Una que nos gusta a nosotros dice de la siguiente manera:

“Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará; con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.” Proverbios 24:3, 4.

Verán, al instruir a nuestros hijos dentro de un marco piadoso, que es la única manera de obtener sabiduría, entendimiento y conocimiento, no sólo nuestros hogares podrán ser edificados con entendimiento, y ser llenos de bien preciado y agradable, sino que también nuestros hijos podrán tener un hogar así, y los hijos de nuestros hijos y los hijos de ellos, y así sucesivamente. ¡Esto es muy emocionante!

Si alguno de nosotros ha fallado en esta área, no se desanime. En distintas partes del camino, todos hemos fallado. Pero Dios es el que nunca falla. Necesitamos alzar nuestra mano, tomar Su mano que nos está esperando, y dejar que nos jale y ponga nuevamente en pie para que podamos continuar marchando hacia adelante, renovados por Su fuerza.

Para concluir, tomemos esto de manera personal, porque servimos a un Dios personal. Preguntémonos: ¿Qué es lo que Dios quiere que yo logre este año en mi familia educada en el hogar?
Después de todo, ese es el mejor lugar para comenzar.


Este artículo fue originalmente publicado en la edición de Sep. / Oct. 2007 de la revista Home School Enrichment Magazine. Aprenda más en www.HomeSchoolEnrichment.com

Author: El Hogar Educador

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