Home 2024 septiembre 26 Un tiempo para ver la mano de Dios

Un tiempo para ver la mano de Dios

Un tiempo para ver la mano de Dios

por Zabdiel Torres

La Conferencia Anual de El Hogar Educador que se llevó a cabo el pasado mes de agosto fue nuevamente un tiempo de aprendizaje y comunión con muchas familias, pero sobre todo fue un tiempo para ver una vez más la mano de Dios dirigiendo nuestras vidas de una manera que aún no alcanzamos a vislumbrar completamente.

Estoy convencido de que el movimiento de la Educación en el Hogar en nuestro país y en muchas partes del mundo es algo que Dios está haciendo de manera específica para levantar una generación para Él en medio del valle de sombra por el que atraviesa el mundo en estos momentos. Siempre ha sido ha así.

Cuando el profeta Elías se escondió en una cueva, deprimido y temeroso por causa de la terrible situación de pecado que vivía toda la nación de Israel, Dios le hizo ver que estaba equivocado y que no tenía por qué estar escondido, pues Él iba a levantar reyes conforme a su Voluntad, a un nuevo y poderoso profeta que le sucedería más tarde, y le anunció que tenía un remanente de 7 mil hombres “cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.” El profeta Elías no estaba viendo el panorama completo, solo las circunstancias inmediatas que su humana capacidad le permitía ver. Pero Dios tenía un plan glorioso y su perspectiva sobre el presente y el futuro siempre es mucho más amplia que la nuestra:

“Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” (Is. 55:9).

Dios está preparando hoy un remanente y sin duda Él hará avanzar sus planes aún a pesar de nuestras propias limitaciones.

Cuando nuestra familia asumió la dirección de El Hogar Educador hace tres años, quisimos reanudar la Conferencia Anual que había quedado suspendida. Nuestra primera opción como sede de la conferencia fue naturalmente Tepeji del Río, una pequeña ciudad industrial cercana a la Ciudad de México donde Dios nos trajo a vivir hace 11 años. Sin embargo, después de realizar una búsqueda exhaustiva, concluimos que la infraestructura de Tepeji no era suficiente para albergar un evento como este y pensamos entonces en realizarlo en Cruz Azul, un pequeño pueblo muy cerca de Tepeji (a 30 minutos en coche) caracterizado por su orden y limpieza, con un auditorio excelente, un teatro profesional, alfombrado, con cómodas butacas y amplio estacionamiento; con un supermercado a un lado y varios restaurantes cercanos.

Auditorio de Cruz Azul
Auditorio de Cruz Azul

No solo tenía esta pequeña ciudad la infraestructura necesaria, sino que además teníamos amistad con uno de los hijos del director general de la empresa que administra esos inmuebles. Creímos que Dios nos había dado el lugar perfecto para la conferencia, pero no fue así. Nos negaron el uso de las instalaciones y aunque nos sorprendió mucho la respuesta, después entendimos que Dios había cerrado esa puerta por una razón importante y porque Él tenía mejores planes.

Seguimos indagando más al norte y buscamos un lugar en San Juan del Río, Qro., pero la renta de los auditorios era muy alta para un fondo inicial cercano a cero, además de que la ubicación de cada uno de ellos no era precisamente la más adecuada. De ahí volteamos hacia Tequisquiapan y realicé una búsqueda rápida en Google de su auditorio municipal, pero no encontré absolutamente nada. Pensé que quizá el municipio no contaba con un lugar para eventos, pero de todas maneras fuimos allá a buscar algún espacio donde realizar la conferencia. Vimos varias opciones que no nos convencieron del todo y cuando encontramos uno que parecía adecuado con un amplio parque en frente donde podía vislumbrar a las familias descansar y jugar con sus hijos durante los recesos, la persona que nos atendió nos preguntó ¿por qué no solicitan el Auditorio Municipal?

Cuando nos dieron la ubicación del edificio, en el mero centro del pueblo, me di cuenta que muchas veces había pasado por ahí caminando, pero nunca imaginé que se trataba de un auditorio, la fachada es muy discreta con una entrada en una esquina y algo estrecha, y tiene solo un pequeño letrero que dice “Auditorio Municipal”. Fuimos a verlo y me pareció uno de los mejores lugares que habíamos visitado para realizar la conferencia. De inmediato lo di de alta en Google Maps y desde entonces ya aparece en los resultados de búsqueda, algunas fotografías que se ven en ese buscador de mapas son de las que tomé ese día.

Entrada del Auditorio Municipal de Tequisquiapan

Dios abrió la puerta allí. El gobierno de Tequisquiapan nos brindó todas las facilidades para realizar la conferencia. Por ejemplo, no había toma de corriente eléctrica donde necesitábamos poner las mesas de registro y el personal de Servicios Municipales fue muy amable y diligente en instalarla casi de inmediato, sin ningún costo extra. Desde entonces nos han tratado muy bien, los funcionarios siempre han sido muy solícitos, eficaces; el personal siempre ha mostrado espíritu de servicio –algo muy raro en las burocracias de nuestro país– y este último año nos prestaron unas mamparas para la zona de venta de materiales y esta vez ni siquiera nos pidieron dejar un depósito de garantía como en los años anteriores. Nuestro más sincero reconocimiento y agradecimiento al gobierno de Tequisquiapan.

Hemos dudado sobre si Tequisquiapan es el mejor lugar para realizar la conferencia, pues por tratarse de un “Pueblo Mágico”, un lugar turístico de gran afluencia de visitantes nacionales y extranjeros, los precios tanto de hospedaje como de alimentación no son los más económicos. Tequisquiapan es un lugar muy bonito, pero relativamente caro, y eso podría desincentivar a las familias para asistir, especialmente en un momento en que las “conferencias online” se han vuelto más populares a partir de la Pandemia.

Creemos que las conferencias presenciales son muy importantes, especialmente sobre el tema de Educación en el Hogar, porque brindan una experiencia única que verdaderamente impacta a las familias desde la cabeza del hogar, que es el padre, hasta el más pequeño de los hijos. El diseño divino de la educación y formación de los hijos tiene como condición sine qua non el estar presentes con ellos, el interactuar, el conversar, el abrazar, el estar cerca el uno del otro. Así es el Cuerpo de Cristo también, no por nada la Biblia nos enseña que debemos congregarnos en nuestras iglesias. No es muy diferente para las conferencias sobre Educación en el Hogar, la interacción y la edificación entre las familias es parte esencial de la riqueza que se puede hallar en ellas.

Este año nos hemos enterado que varias familias de la región han ofrecido hospedaje en Querétaro, San Juan del Río, Ezequiel Montes y hasta en el mismo pueblo de Tequisquiapan, a las familias que viajan desde otros estados para asistir a la conferencia. Algunas de estas familias hospedadoras ya no educan en el hogar y por consiguiente no asisten al evento, pero en otro tiempo lo hicieron y conocen la importancia de apoyar a las nuevas familias para que puedan asistir. Esto es muestra del legado que ha dejado El Hogar Educador en las familias a lo largo de muchos años. No solo este acto generoso de hospitalidad permite que el costo económico de asistir a la conferencia se reduzca significativamente para las familias beneficiadas, sino que se van construyendo relaciones fraternales importantes y la bendición se extiende y se multiplica para las familias que hospedan.

Supimos también de nuestros hermanos menonitas que tuvieron que emigrar del norte del país hacia Querétaro por causa de presiones gubernamentales sobre su forma de vida y por la violencia del crimen organizado. Una de esas comunidades de 180 personas llegó justo hace tres años a Ezequiel Montes, Qro. donde son respetados por el gobierno en su manera de vivir, en el número de hijos que tienen y en la forma de educarlos en el hogar. Estas familias asistían en el pasado a las conferencias de El Hogar Educador cuando se llevaban a cabo en la ciudad de Saltillo, Coah., y cuando se anunció que el evento se realizaría ahora en el estado de Querétaro, pocos meses después de su llegada a Ezequiel Montes –que está a 15 minutos de Tequisquiapan–, lo vieron como una confirmación de parte de Dios que el lugar donde habían escogido para migrar era el correcto. Este año, los hermanos menonitas de Ezequiel Montes hospedaron a varias familias que asistieron a la conferencia, les dieron de desayunar y de cenar, y han expresado su gozo de poder apoyar de este modo. “La Conferencia de El Hogar Educador en Tequisquiapan es una oración contestada”, dijeron los hermanos menonitas.

Este año, a pesar de que el ritmo de registro en línea fue bajo en comparación con las dos conferencias anteriores, nos dio mucha alegría ver que el auditorio se llenó casi por completo y que muchas familias se quedaron hasta el final para escuchar a la Orquesta de Niños y Jóvenes Educados en el Hogar (ONJEH). En algún momento tuvimos que sacar sillas de los talleres para que algunas personas que no encontraban lugar pudieran sentarse. Gracias a Dios la conferencia ha ido creciendo poco a poco y cada vez son más los talleres que se imparten y los vendors participantes.

ONJEH en la Conferencia Anual 2022

Estos tres años han sido de gran edificación y aprendizaje para nuestra familia. Las familias que asisten han sido bendecidas por los mensajes, los materiales y las experiencias de otras familias; también los mismos conferencistas que vienen de Estados Unidos han sido bendecidos por el contacto con las familias mexicanas y por conocer un lugar tan pintoresco y de clima agradable. No sabemos todavía si podremos realizar la Conferencia Anual en el mismo lugar en 2025. Este año hay cambio de gobierno y no sabemos si continuaremos teniendo permiso para el uso del Auditorio Municipal, pero confiamos que Dios ha guiado nuestros pasos hasta hoy y que Él tiene un plan mucho más amplio de lo que nosotros siquiera podemos imaginar.

Hoy más que nunca las conferencias sobre educación en el hogar, especialmente las presenciales, son muy necesarias. Hoy ya no se puede decir que la educación en casa es una “opción más” para las familias cristianas, ahora se ha vuelto una necesidad indispensable si queremos formar a nuestros hijos en los principios eternos de la Palabra de Dios y preservar no solo sus almas, sino también ahora para la preservación de sus cuerpos. La Iglesia está delante de grandes desafíos y la oscuridad que envuelve a los hogares parece ganar terreno, pero así como Dios guardó a las familias de Israel de la mortandad en Egipto, así está guardando ahora a las familias que han puesto en los dinteles y en los postes de su casa la señal de Cristo y han dicho para sí “yo y mi casa serviremos al Señor”, tomando la crucial decisión de no educar a sus hijos para alguien más que no sea Dios. Él está preparando ahora un remanente en los hogares cristianos y Su plan se llevará a cabo.

Los invito a orar por la Conferencia del próximo año y apoyarla de manera práctica. Puede ser a través de donativos monetarios o en especie (básicamente equipo de sonido como bocinas, micrófonos, un piano eléctrico para la orquesta, proyectores de mayor capacidad, puede ser equipo de segunda mano por supuesto). También puede unirse a los “Amigos de El Hogar Educador” donde podrá apoyar de manera recurrente cada mes con la cantidad y el tiempo que Ud. decida. En agradecimiento, le enviaremos un reconocimiento por su apoyo, una taza de El Hogar Educador y una copia de las ultimas conferencias en formato MP3.

Hemos querido mantener el acceso gratuito a la Conferencia, pero su organización y realización implica desde luego muchos gastos: hospedaje, viaje, comida de los conferencistas principales, la ofrenda que se les da por venir a México o en algunos casos el pago por su servicio, la ofrenda que se da a los colaboradores técnicos como nuestros extraordinarios intérpretes David y Darío Clingan (definitivamente los mejores de México en su ramo y que podrían invertir mejor su tiempo en otros compromisos de manera mucho más redituable para ellos, pero que con un gran amor al Señor y espíritu de servicio nos apoyan, haciendo un largo viaje desde el norte del país); la ofrenda para los hermanos que nos apoyan en el área de sonido y la red de computadoras del registro, y muchos otros gastos que se requieren cubrir. La comunidad home school en México es muy grande, posiblemente la más grande del continente de habla hispana y tiene la madurez de más de tres generaciones que pueden apoyar con fuerza y convicción para que este ministerio siga creciendo y alcance a más familias.

“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” Efesios 2:10

Jesucristo es el Señor.

Zabdiel Torres

Author: El Hogar Educador

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