Home 2024 septiembre 23 Él Requiere Tan Poco de Nosotros

Él Requiere Tan Poco de Nosotros

Él Requiere Tan Poco de Nosotros

Mamá educadora

por Denise Kanter

Si lo permitimos, podemos llegar a creer que educar en el hogar es un trabajo demasiado complejo y de enormes proporciones. Hay que buscar y escoger los libros de texto adecuados, hay que saber manejar los diferentes estilos de aprendizaje de nuestros hijos, hay que escoger una metodología y así sucesivamente. Es fácil pensar que nosotros somos responsables por todo. ¿Alguna vez has pensado de esta manera? Yo sí lo he hecho.

Recuerda por un momento la historia de Moisés y el cruce del mar Rojo. Ahí estaba Moisés, de pie a la orilla del mar. Lo había seguido una multitud de personas; probablemente se contaban en millones. Para colmo de males, se acercaba amenazante el ejército de Faraón. ¡Esa sí que era una situación apremiante! ¿En que estaría pensando Moisés en ese momento? ¿Acaso pensaría que no había hecho lo suficiente o que había errado el rumbo o que había fracasado rotundamente? ¿Estaría pensando que Dios se había olvidado de ellos? ¿Estaría a punto de tomar las cosas en sus propias manos y decirles a los israelitas que comenzaran a nadar? ¿O tendría plena confianza en Dios, seguro de que Él los rescataría? Mientras Moisés estaba ahí de pie, Dios le habló y le dijo:

“Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo; y entren los hijos de Israel por en medio del mar en seco.” (Éxodo 14:16)

Dios le pidió a Moisés hacer una cosa sencilla. ¿Y cómo respondió Moisés?

“Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y cambió el mar en tierra seca, y las aguas quedaron divididas.” (Éxodo 14:21)

Él obedeció. Todo lo que Dios pidió de Moisés, físicamente hablando, fue que extendiera su mano. ¿Y por qué le pidió Dios a Moisés que hiciera algo? ¿Acaso no podía Dios dividir las aguas sin la intervención de Moisés? ¿Qué lección le dio a Moisés? Fue una lección en confianza y obediencia. No de grandes hazañas, no de atravesar a nado el mar Rojo, ni siquiera de una batalla.

De igual modo, Dios busca de nosotros gestos simples y sencillos como señales de nuestra fe y confianza en Él. Nosotros estamos pensando que la carga entera yace sobre nuestros hombros, pero realmente no es así. Yace sobre Sus hombros. A nosotros nos toca la parte pequeña. A Él le toca la parte grande. Recuerda lo que Él es capaz de hacer. Si nos humillamos a nosotros mismos, Dios nos exaltará. Él se deleita en hacerse cargo de nuestras necesidades. ¿No es eso asombroso?

LA EDUCACIÓN EN EL HOGAR ES HUMILLANTE, ¡Y ESO ES UNA COSA BUENA!

“Humillaos delante del Señor, y Él os exaltará.” (Santiago 4:10)

Tenemos cuatro hijos. Enseñé a mis dos hijas mayores utilizando una gran cantidad de diferentes métodos y libros de texto cristianos. Con nuestro tercer hijo, nuestro único varón, mi esposo tomó el papel de ser su maestro principal. Esto fue para mí una lección humillante, porque en un tiempo confiaba en mis puntos de vista acerca de “cómo educar en el hogar.” Tenía éxito en la instrucción de mis hijas de manera que estaba segura que mi método era el “correcto.” Tan segura estaba de ello que en una o dos ocasiones cortésmente le sugerí a mi marido que instruyera a nuestro hijo como yo había instruido a las niñas. Pero mi esposo seguía confiado y comprometido a enseñar a nuestro hijo a leer a su manera: usando un solo libro. Ni siquiera era un libro de texto o un programa de lectura especializado. ¿Puedes imaginarte enseñando a tu hijo a leer sin un libro de texto? Yo era una madre que educaba exitosamente en el hogar y ya había enseñado a leer a mis dos hijas. Yo sabía por experiencia propia que se requieren libros de texto, libros de lectura para principiantes, tarjetas didácticas, programas de fonética en la computadora, etc., etc. Tengo todo un librero lleno de este tipo de materiales como evidencia. El método de mi esposo era imposible. ¿Con un libro? Pero ciertamente mi esposo enseñó a nuestro hijo a leer usando tan solo un libro: la Palabra de Dios.

“Y vosotros padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” (Efesios 6:4)

Yo utilicé libros de texto cristianos, pero el método de mi esposo fue más sencillo y mucho más barato, y mi hijo recibió la bendición de haber aprendido a leer de la Palabra de Dios. ¡De manera que, humildemente reconozco que hay más de una manera de llevar a cabo la educación en el hogar!

¿CUÁL MÉTODO ES EL ADECUADO PARA TI?

Si estás involucrada en algún tipo de grupo de apoyo a educadores en el hogar o si has asistido a alguna conferencia para educadores en el hogar, seguramente ya te habrás dado cuenta que existen muchos métodos para educar en el hogar. Puedes ser una de esas familias que rápidamente se adapta a alguno de esos métodos, o puede ser que pruebes con varios hasta encontrar el que es adecuado para ti. Los métodos más populares son:

Currículo Completo por Grado: Probablemente el método más popular y más utilizado es el currículo cristiano que contiene lo necesario para impartir una materia por un año y viene convenientemente empa­quetado todo en una caja. Generalmente incluye libros de texto para cada materia y guías para el maestro. Esta es una manera segura de comenzar la jornada de educar en el hogar, pues te ayuda a saber desde el principio cuales son las debilidades, forta­lezas y dones de tu hijo. Junto con el juego de libros algunos editores tienen materiales complementarios en forma de DVDs y software.

Estudios Temáticos. Otra mamá que educa en el hogar, y yo, recientemente comentábamos acerca de nuestro tema favorito: la educación en el hogar. En la plática surgió el tema de los estudios temáticos. Heather me compartió que ella utiliza los períodos que hay en el año de días festivos o eventos especia­les para hacer un receso de los libros de texto y hacer estudios temáticos. Ella ha encontrado que cuando condimenta la educación de sus hijos con estudios temáticos, eso ayuda a mantener el aprendizaje divertido y ameno para sus hijos. Muchas familias que educan en el hogar utilizan estudios temáticos durante todo el año escolar. Los estudios temáticos también son una maravillosa manera de instruir al mismo tiempo y en un mismo tema a niños de diver­sas edades.

Estudios Adaptados: Cada niño tiene un estilo de aprendizaje y dones que le son particulares. El apren­dizaje por adaptación es una gran manera de satisfa­cer las necesidades de tus hijos en todas las áreas. Por ejemplo, mi hija mayor está avanzada en lectura, por tanto puedo utilizar libros de texto superiores al nivel de su edad en temas que se basan mucho en la lectura. En vez de utilizar un currículo empaquetado para un grado en particular, en el método de “Estu­dios Adaptados” se toman materiales de diversos currículos para “armar” un paquete adecuado a las necesidades específicas de tu hijo.

Aparte de los métodos, existe el imperativo de que toda la educación debe honrar a Dios. Por lo tanto, es muy impor­tante mantener a tu escuela libre de influencias y puntos de vista ateos en lo que respecta a los orígenes (evolución) y otras filosofías que típicamente se encuentran en todos los niveles de los currículos seculares, y aún en programas seculares para educar en el hogar.

¿DÓNDE COMPRAR MATERIALES ESCOLARES Y CURRÍCULO?

Inicialmente una de mis mayores preocupaciones era encontrar y adquirir el currículo correcto. Yo no estaba muy familiarizada con las computadoras en aquel entonces, así que pensé que el mejor lugar para encontrar libros de texto cristianos sería en las librerías cristianas. Como lo había esperado, en la librería cristiana encontré una riqueza de materiales educativos y libros de texto. Como una persona que apenas se iniciaba en la educación en el hogar, me fue de enorme utilidad poder ver físicamente los materiales. Me dio la confianza que necesitaba para saber que yo podía enseñar a mis hijos.

Para aquellos que no tienen una librería cristiana a su alcance, se pueden adquirir materiales educativos directa­mente por Internet o por medio de catálogos, o de anuncios como los que aparecen en esta revista. Sin embargo, si eres nueva a la educación en el hogar, no hay nada que te dará más confianza y a la vez te guardará de comprar los pro­ductos equivocados y desperdiciar tu dinero, como el poder ver los materiales antes de comprarlos. Estas son algunas sugerencias de cómo le puedes hacer para ver los diversos materiales disponibles:

Convenciones: Contacta al grupo de educadores en el hogar de tu estado o región y averigua cuándo es la próxima convención, conferencia o feria del libro. Las casas editoriales generalmente envían a sus representantes a este tipo de eventos y llevan mate­riales educativos para su venta al público. Los gastos que incurras para ir a la conferencia se compensarán con lo que puedes ahorrar comprando los libros ahí mismo.

Amistades: ¿conoces a alguien que ya está edu­cando en el hogar? Pregúntales si puedes ir a ver los materiales que ellos están utilizando, o pudiera ser que tuvieran materiales que ya no usan y te los pudieran facilitar para que los pruebes con tus hijos.

Librerías Cristianas: En los Estados Unidos puedes visitar Homeschool Headquarters en www.homes­choolheadquarters.com y ver si hay una librería cristiana cerca de tu casa que venda currículo cris­tiano. En México puedes ir a la página de El Hogar Educador para buscar materiales.

• En Línea: Muchos vendedores de materiales edu­cativos cristianos lo hacen por Internet. Revisa su política de devoluciones antes de comprar para saber cómo manejan ese aspecto de la compra. Haz una búsqueda utilizando palabras claves como materia­les educativos cristianos o materiales para educar en el hogar y encontrarás bastantes resultados para iniciar tu investigación.

El encontrar el método y currículo adecuado para tu fami­lia puede ser un proceso agradable si lo consideras como parte de tu jornada en la educación en el hogar. La siguiente ocasión en la que te sientas un poco abrumada, recuerda esto: todo lo que Dios requirió de Moisés fue que mostrara su confianza en Él y siguiera Su dirección. Eso también es todo lo que Dios requiere de nosotros. Él también quiere que pongamos nuestra confianza en Él, y Él dirigirá nues­tros pasos.

“Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.” (Proverbios 3:6)

Denise Kanter educa en el hogar a sus cuatro hijos con edades de 11, 9, 8 y 6 años. Vive en California con su esposo Gary, desde donde diri­gen “Considerando el Ministerio de Educar en el Hogar” (Considering Homeschooling Ministry), un alcance nacional con asociaciones locales a lo largo de los Estados Unidos. (Aprenda más y encuentre recursos gra­tuitos en www.consideringhomeschooling.org.) Los Kanter también están involucrados en un ministerio de la Ciencia de la Creación (www.worlds­biggestdinosaurs.com).

Este artículo fue originalmente publicado en la edición de septiembre/octubre del 2007 de la revista Home School Enrichment Magazine. Para mayores detalles visite http://HomeSchoolEnrichment.com

Author: El Hogar Educador

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