Bases Bíblicas Para la Educación en el Hogar
por Gregg Harris
En el pasaje que encabeza todos los textos bíblicos sobre la educación, Deuteronomio 6:4-9, se revelan claramente cinco principios para la educación de nuestros hijos.
En este pasaje encontramos el propósito de la educación, la sede principal de la educación, el programa específico de enseñanza, el personal docente designado, y los métodos más eficaces para la enseñanza. Si analizamos estos principios, podremos encontrar las bases bíblicas para la educación en el hogar.
1 El propósito de educar a nuestros hijos en el hogar es para que vivan una vida piadosa, no para que vivan una vida próspera.
“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos.”
Nuestras metas educativas primarias son las de modelar e impartir un ardiente amor a Dios y Sus mandamientos. Un conocimiento completo de Su Palabra ha de saturar nuestra mente e influir en nuestras decisiones al meditar en la voluntad de Dios para nosotros. Nuestro conocimiento de Dios y nuestras actitudes hacia Él deben ser transmitidos a nuestros hijos a través de nuestro ejemplo y enseñanzas para que ellos los adopten para sí mismos. El resultado serán hijos que estén preparados para vivir vidas piadosas. La preparación para ganarse la vida es una meta secundaria.
2 El lugar para la instrucción es un hogar piadoso.
“Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino y al acostarte, y cuando te levantes.”
El hogar es el lugar principal para la educación de los hijos. Dios no dice, “Hagan esto hasta que se le ocurra a la sociedad organizar escuelas.” Dios pudo haber revelado en este pasaje un programa formal de enseñanza en un aula, tan detalladamente como lo hizo en la adoración en el templo, pero no lo hizo.
Los educadores entienden fácilmente las necesidades de cada niño cuando se le instruye en forma individual. Por eso piden una menor proporción de alumnos por maestro. Esto está garantizado si se hace en el hogar.
Pero observen que las Escrituras no hacen del hogar un “contenedor” para la educación. No hay un orden en el mandamiento de Dios, simplemente enfócate. La educación en el hogar no se lleva a cabo solamente en la casa. Se aprende mucho en los viajes, “andando por el camino.” Esto puede incluir viajes de estudio y salidas de todo tipo.
3 El plan de estudios es todo el consejo de Dios en todos los aspectos de la vida.
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán en tu corazón… y las repetirás…” ¿Cuáles son “estas palabras” que Moisés les ordenó a los padres hebreos que les enseñaran a sus hijos? ¿Qué temas de estudio estaban incluidos? La lectura del libro de Deuteronomio nos revela un plan de estudios amplio y completo. Contiene más de 10 capítulos de historia, pero incluye además varios aspectos del arte, la guerra, el matrimonio, el nacimiento de los hijos, la ecología, derecho penal, educación, salud, agricultura, gobierno, la pobreza, seguridad, mayordomía, reglas para el vestido, negocios, defensa propia, reglas dietéticas, canto, los atributos de Dios, y mucho más. Y además tenemos el resto de la Biblia.
Juan Milton, un líder puritano devoto del siglo XVII, escribió, “El objeto del aprendizaje es reparar las ruinas de nuestros padres al volver a conocer a Dios completamente, y que por ese conocimiento le amemos, lo imitemos, y seamos como Él. Así que yo le llamo una educación completa y generosa a la que prepara a un hombre para desempeñar justa, habilidosa, y generosamente todos los oficios tanto privados como públicos, de paz y de guerra.” Todos los aspectos de una vida piadosa son materia de estudio apropiados. El plan de estudios es la vida, iluminada por la Biblia y vivida por aquellos que son mayores y más sabios. Con esto en mente, responde a todo lo que está sucediendo en tu vida, con la seguridad de que todo tiene algo bueno para contribuir a la educación de tu hijo. Cuando mi esposa dio a luz a dos gemelos el año pasado, las lecciones planeadas para mis dos hijos mayores cambiaron drásticamente. Pero ahora puedo ver que lo que ha pasado es mejor de lo que teníamos planeado. Dios puso unos gemelos en nuestro plan de estudios.
4 El personal docente diseñado por Dios son los padres de los hijos.
“Y las repetirás a tus hijos…”
Dios tiene a los padres por responsables de la formación de carácter y educación de sus propios hijos. Especialmente el padre está designado para criar a los hijos en la disciplina y amonestación del Señor. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.”(Efesios 6:4)
Como en el caso de Elí, si un padre no restringe a sus hijos de sus crímenes al recurrir a las autoridades civiles si llegara a ser necesario, él será culpable también (Samuel 3:13).
5 Los métodos más efectivos para la instrucción son: el uso de tutor y el ejemplo personal de los padres.
“Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”
Los maestros expertos saben que el ser un tutor es un método de primera calidad. Es personal, conforme a las necesidades de cada hijo individualmente, sensible a las altas y bajas en las habilidades del alumno para estudiar. El término hebreo para la palabra “diligentemente” está impregnado de un sentido de sudor y determinación. Se espera una dirección firme de los estudios. Aunque no es necesario que la instrucción sea dada formalmente, sí es necesario que siempre sea dada intencionalmente.
El gozo y el placer de aprender no deben ser eliminados por un sentido correcto de una obligación. En el hogar se puede asegurar que el aprendizaje se lleve a cabo con un horario flexible. En el hogar, en contraste con un aula, eres parte de un mundo real donde la vida te llega de todos lados sin aviso previo.
¿Cómo puede alguien estudiar en un hogar promedio? No se requiere de ningún tipo de dominio propio en especial. Pero si los niños no pueden desarrollar buenos hábitos de estudio en el mundo real de un hogar, sus estudios terminarán cuando hayan acabado sus años escolares. Los estudios didácticos de la vida se desarrollan a través de la rutina diaria en el hogar, no en un escritorio artificial en las instalaciones de una escuela. La historia ha comprobado que una vez que un niño se ha convertido en un estudiante dedicado en el hogar, le es posible sacar mucho más provecho de cualquier curso que lleve en el futuro.
Deuteronomio exige que los padres eduquen en el hogar, y exige que los hijos honren y obedezcan a sus padres. Juntos, estos dos mandamientos ponen un escenario de un estilo de vida para una educación centrada en el hogar. Esto por sí solo sería una mejora a la educación convencional en un aula. Pero Moisés continúa, bajo la inspiración de Espíritu Santo, y añade otro método efectivo para la educación: el poder del compañerismo para que el ejemplo paterno sea más accesible al niño.
Además de las sesiones de instrucción diligente, se les ordena a los padres platicar acerca de las diferentes materias de estudio en el contexto de una necesidad rutinaria de los padres, “Estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes” nos deja ver cómo los padres incluyen constantemente a sus hijos en todo lo que tengan que hacer en algún día señalado.
Este pasaje nos está hablando de incluir a nuestros hijos en nuestro trabajo al igual que en nuestra recreación. Cuando tengamos quehaceres o mandados qué hacer, los podemos llevar con nosotros y platicar con ellos acerca de lo que están estudiando o lo que tienen en su corazón. Este principio de compañerismo, más que cualquier otro, les da la completa ventaja de tener padres.
En Proverbios 13:20 dice, “El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado.” Las pandillas, el abuso de las drogas, el ocultismo, el materialismo de los adolescentes, la glotonería y la pereza son los frutos de juntarse con los necios en las escuelas que segregan por edades. Nosotros le llamamos cultura adolescente.
Por otro lado, los grandes logros en la tecnología, las artes, las ciencias, diversas profesiones, las destrezas comerciales, y cualquier otro tipo de destrezas de valor, son la consecuencia de andar con sabios. Los que han logrado las cosas más grandes son los que han desarrollado un amor por su área a través del poder del compañerismo con un tutor, un amigo, o un miembro de la familia. Tienen deleite duradero en lo que hacen y se dedican a ello con o sin algún tipo de estímulo.
Dios está levantando hombres y mujeres que, por amor, estén dispuestos a seguir haciendo lo correcto por el resto de sus vidas. ¿De dónde vienen tantos hombres y mujeres? Seguramente son dones de Dios a la iglesia. Dios los junta en un lugar y luego se los da a los padres para que los nutran y entrenen.
La meta de la educación es una vida, no un empleo; el hogar donde hay vida es su mejor lugar, no en un aula; su plan de estudios es la Palabra de Dios, que ilumina todos los aspectos de la vida; sus maestros consisten de padres y madres; sus métodos de instrucción son una relación personal e incluir al niño diariamente en el servicio a Dios. No hay mejor manera de seguir estos principios que educar en el hogar.
La educación es “entrenamiento al trabajar” para una vida cristiana. Eso, más que cualquier otra cosa, es la base bíblica.
Used by Permission
The Teaching Home
Aug. / Sept. 1990
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