Cambiando al mundo—Una familia a la vez
En 1996 Pam y yo comenzamos El Hogar Educador, una organización internacional para educadores en el hogar, especializada en alcanzar a familias hispanas alrededor del mundo. La revista que publicábamos creció hasta alcanzar todos los estados de la república, así como otros treinta y dos países—¡incluyendo a Cuba! En el 2011, recibimos la siguiente nota.
“Queridos hermanos: Mi gozo ha sido cumplido. Su revista ha llegado a Cuba. Estoy seguro que ustedes saben lo difícil que es para nosotros los cubanos mostrar misericordia a nuestros hijos. El estado ha tomado el lugar de los padres y estamos obligados a enviar a nuestros hijos a las escuelas públicas donde reciben enseñanzas anticristianas. Es de gran ayuda poder recibir su revista y leer sus consejos. Gracias por sus oraciones por nosotros, los cristianos cubanos”.
Años después, el ministerio hizo la transición de la página impresa a las publicaciones en línea.
Además de su ministerio en la publicación de la revista, El Hogar Educador organizó conferencias anuales para educadores en el hogar. Desde sus humildes inicios en Saltillo, para el 2012 ya se tenían seis conferencias anuales por todo México. Después de las conferencias era frecuente recibir notas de aliento de las personas que habían asistido a las mismas.
- Un padre dijo, “En esta conferencia Dios me dio la visión de instruir a mis hijos en el hogar y a depender enteramente en Él”.
- Una mamá dijo, “La conferencia fue excelente. Era obvio que se había hecho para la gloria de Dios. La única sugerencia que quisiera hacer es que continúen teniéndolas mientras el Señor lo permita porque son una bendición tremenda para mi vida”.
- Un hombre joven dijo, “La enseñanza fue muy práctica pero también profunda. Con frecuencia me he sentido pequeño e inútil como Gedeón. Aprendí que es por medio de la fortaleza de Dios que Él hará grandes cosas a través de mí”.
Un papá que asistía por primera vez escribió: “Quisiera felicitarlo por la “buena obra” que está haciendo. También quiero animarlo a seguir adelante porque hay muchas personas en México que necesitan la bendición de estas enseñanzas”.
La obra de El Hogar Educador ha sido una buena obra, a la que el Señor nos llamó a Pam y a mí a iniciar y a llevar a cabo por casi tres décadas. El Señor ha bendecido la obra—¡muchas veces a pesar de nosotros! Una de esas bendiciones fueron las muchas personas, demasiadas para nombrarlas una por una, quienes vinieron a trabajar a nuestro lado para lograr que la obra fuera exitosa y que fuera para la gloria de nuestro Salvador.
Muchos de ustedes saben de las enfermedades de Pam y sus largas estadías en el hospital. Estamos agradecidos por sus oraciones conforme ella continúa recuperándose. Algunos tal vez también estén enterados de mi larga lucha con la esclerosis múltiple, la artritis, y otras cuestiones. También pueden estar informados que estamos en el proceso de construir una segunda iglesia en San Juan. Estas situaciones, así como las circunstancias de la vida, nos han llevado a Pam y a mí a examinar lo que podemos y debemos estar haciendo con el tiempo que aún nos queda para servir al Señor aquí en la tierra—ya sea que sean semanas, meses, años o décadas. Ambos concluimos que ya no nos es posible continuar de manera efectiva con el ministerio de El Hogar Educador.
Zabdiel y Karime Torres comenzaron en el 2009 a educar en el hogar a sus cinco hijos, que van desde los 16 hasta los 5 años de edad, y ellos han trabajado continuamente tras bambalinas con El Hogar Educador desde el 2010. Ellos han aceptado asumir el rol de directores internacionales de El Hogar Educador a partir de hoy en forma efectiva e inmediata.
Este cambio de liderazgo seguramente traerá cambios en el ministerio, pero su enfoque permanecerá igual: Cambiar al mundo—Una familia a la vez. Por favor ayuden y oren por Zabdiel y Karime en la nueva aventura que el Señor ha puesto delante de ellos. Apóyenles; ayúdenles; y oren por su familia. Tengo gran expectación por ver lo que el Señor hará en y por medio de ellos en los meses y años por venir.
En el futuro, Pam y yo ayudaremos, cuando se necesite, tras bambalinas. También pudiéramos continuar compartiendo ocasionalmente en conferencias, pero la salud de Pam, nuestras responsabilidades familiares, y nuestras responsabilidades en la iglesia seguirán siendo nuestra prioridad. El Campamento Familiar Baratillo ahora estará separado de lo que es El Hogar Educador. Por el momento, mientras el Señor lo permita, yo continuaré supervisando las operaciones del campamento. También continuaré pastoreando la iglesia en Baratillo y la iglesia en San Juan.
Por favor, continúen orando por Pam y por mí conforme continuamos alcanzando familias para Cristo.
En Cristo,
Mike
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