Educación en el hogar en Cuba – gozo cruce con la tormenta

En los últimos años hemos estado al pendiente de la situación de la familia Rigal en Cuba. Desde abril del año pasado, ambos padres de familia, Ramón y Adya Rigal fueron privado injustamente de su libertad. El motivo por lo cual las autoridades cubanas detuvieron y encarcelaron a la pareja fue debido a su actividad de educar a sus hijos en el hogar. Ramón y Adya, ambo tienen la convicción que es su responsabilidad ante Dios encargarse de la educación de sus hijos.  

Según nos informa fuentes cercanas a la familia, el pasado 28 de marzo, se le otorgo la libertad condicional a Adya Rigal, esto después de casi 11 meses de estar sometida a una sanción de privación de su libertad. Sin embargo, el pastor Ramón Rigal sigue con la sentencia de prisión hasta el 2021.

Fuentes cercanos a la familia, también nos informa que la condición del Pastor Ramón dentro de la prisión es demasiado restrictiva, ya que no se le está permitiendo que él reúne con los reos para impartir enseñanzas bíblicas ni adorar. Más allá de la problemática primaria de lo cual se dio esta privación de la libertad, las libertades religiosas del pastor Ramón Rigal están siendo gravemente restringidos.

El Hogar Educador y sus colaboradores condenamos reiteradamente esta coercitividad opresiva por parte de las autoridades cubanas.

La panorama político, religioso y social de Cuba pareciera una mala paradoja; pues el matrimonio Rigal fueron sentenciados bajo el delito de “otros actos contrarios al normal desarrollo del menor” por parte del régimen cubano. La triste ironía en este conde es que, por motivo de la sentencia, se separaron a los hijos de los padres durante casi un año, esto, científicamente, psicológicamente y sociológicamente comprobado como un daño emocional exponencial hacia los menores.  

Adicionando a la mala paradoja cubana, vemos lo siguiente; en Cuba como en la mayoría de los países alrededor del mundo, se ha tomado medidas sin precedentes para enfrentar la crisis del Covid-19, que fue declarado pandemia mundial por parte de la OMS (Organización Mundial del Salud). Una de las medidas tomado por el gobierno cubano y el partido comunista que mantiene el poder, fue ordenar que los niños tratan su escolaridad desde casa. Ese derecho por lo cual familias como los Rigal han luchado durante años, ahora es ordenamiento oficial. Al pesar de esto, el régimen cubano sigue sin reconocer la legitimidad de la educación en el hogar.

Nos unimos en solidaridad con nuestros hermanos cubanos quienes están pasando este tiempo de persecución.

Por: Joshua Michael Richardson