¡Un ataque espiritual!
Aunque frecuentemente comparto en estos correos electrónicos historias acerca de cosas que suceden en nuestras vidas, en el ministerio, y en México, hoy, quisiera compartir con ustedes la porción de un sermón que estoy preparando. No solo oro que les sea de ayuda y de aliento en su andar con Cristo, también es mi esperanza que les ayude a entender cómo orar por nosotros en los días por venir mientras nuestra iglesia trabaja en construir y establecer una iglesia en San Juan. Nuestro deseo es que suceda un avivamiento espiritual allí—un gran despertamiento como nunca antes se ha visto en esta área.
Muchos creyentes enfrentan luchas espirituales cuando intentan avanzar el Reino de Dios. Un truco del enemigo es engañar al creyente de manera que no se dé cuenta de la profundidad de lo que está ocurriendo en su vida. Con frecuencia suponemos que las luchas que enfrentamos son normales, sin embargo, por debajo de la superficie está ocurriendo algo mucho más complejo—¡un ataque espiritual!
Un ataque espiritual es una serie de eventos coordinados por las huestes demoníacas para anular las promesas de Dios, para hacer naufragar la fe del creyente, para oprimirle, y demorar su destino en Cristo. La guerra espiritual es algo más común de lo que pensamos.
· Satanás ataca con una arremetida súbita o extrema de problemas, pérdidas, y pruebas.
· Satanás ataca por medio del desaliento y la depresión. La vida puede parecer no tener esperanza y los problemas y luchas pueden parecer avasalladores.
· Satanás ataca robando nuestra tenacidad por las cosas de Dios y perturbando nuestra vida de oración.
· Satanás ataca oprimiendo nuestra mente y trayendo sobre nosotros una frustración extrema.
· Satanás ataca trayendo confusión respecto a nuestra dirección o rumbo espiritual.
· Satanás ataca abrumando nuestra mente con diversos pensamientos con el fin de robarnos nuestra paz y causar fatiga mental.
· Satanás ataca trayendo fatiga o agotamiento físico.
· Satanás ataca trayendo un sentido de urgencia para que desistamos de la tarea que estamos realizando y causando que el creyente dude del rumbo o dirección que está siguiendo la cual anteriormente había sido muy clara.
Una vez que reconocemos el ataque, debemos levantarnos por fe y por la autoridad que Jesús nos ha dado. Debemos reprender el ataque y romper su poder sobre nuestra vida.
Cuatro claves para vencer el ataque espiritual son la fe, la oración, la resistencia, y la ayuda de creyentes maduros o con ideas afines. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Santiago 4:7
Después de más de siete años de estar orando, dimos el paso de fe y compramos la propiedad en San Juan para una iglesia. Desde que firmamos el contrato, nuestra iglesia, mi familia, y yo hemos estado bajo un ataque espiritual extremo. Como hermanos y hermanas en Cristo, les ruego que se unan a nosotros en oración por cada miembro de nuestra la iglesia, y mi familia, así como por el trabajo que deseamos llevar a cabo en San Juan.
Satanás, involuntariamente, por medio de sus ataques nos ha dado algo en lo que podemos regocijarnos. Pues verán, entre más fuerte es el ataque, más grande es la obra que Dios desea hacer en las vidas y corazones de las personas.
Satanás ataca de muchas maneras. Mencionaré algunas de ellas.
Oren por nosotros, pero también regocíjense con nosotros en la obra que Dios desea hacer en San Juan.
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